por Jorge Sahores
hasta hoy, las leyendas sobre el recóndito chupacabras circulaban cerca de del universo, dando sitio a gran brazada de especulaciones, sin embargo los cientificos han solucionado el enigma que rodea a este animal fabuloso. Lejos de la figura de leviatanes malvados que hincan sus colmillos en el ganado para trincar su matanza, los chupacabras no serían sino chuchos bravíos hinchados por una fase mortal de la sarna.
chupacabra
la inscripción del chupacabras comenzó seguidamente de considerables informes de arranques a animales en puerto Rico y México, adonde se descubrieron espécimenes de ovejas muertas con heridas hirientes, con su casta absolutamente drenada. A estos informes siguieron una onda de eventos similares en otros sitios de América Latina y Estados Unidos. A andana, llegaron los avistamientos de animales de ademán atravesado, descritos como gozques, o proporcionadamente como ratones y inclusive reptiles, con belfos largos, colmillos grandes, ajamonadas cáscaras envolturas de suspicacias, color gris verdoso y un efluvio horrible. Inmediatamente se vincularon las germinaciones de estos entes con los grosores de animales sin muerte, señalándolos como los responsables de las muertes. Sin embargo, los cientificos piensan que un ácaro de 8 babillas que se desarrolla bajo la badana de los coyotes puede propinar a estos animales el aspecto del célebre chupacabras.
el ácaro responsable de la extrema desvaloración de peluquín apariencia en el síndrome del chupacabras es el sarcoptes scabiei, que asimismo ocasiona la sarpullida cutánea con picazón frecuentada como sarna en las personas.
la sarna humana, si aceptablemente molesta, no suele ser un compromiso grave de salubridad o estético, en parte porque nuestros volumenes ahora han perdido prácticamente todo el pelo, y porque la aldea de ácaros en una determinada cualquiera, por lo general, es relativamente reducida, siendo de 20 ó 30 ácaros. Los cuerpos conciliadores han optimizado exculpaciones naturales ante este ácaro en los últimos años.
cuando empezamos a domar chuchos, es plausible que hayamos apestado el ácaro a estos. Cuando los ácaros luego se transfieren a los gozques salvajes, como zorros, lobos y coyotes, las victimas parecen ser salvo eficientes de nadar contra ellos. En una novedad agrupación huésped-parásito, los alcances son impresionantes. La mortalidad puede ser relativamente incorporación debido a que las linajes de acogida no han guardado ninguna vida evolutiva con el parásito, por lo que no han sido eficaces de perfeccionar alguna coartada. En estos animales, lamentablemente, un gran coeficiente de ácaros cavan tuneles bajo la badana, causando la tumefacción, que da sitio a un agrandamiento de la badana. El suministro de muerte a los riñones del mechón se estrecha, por lo que el tupé se cae. En acontecimientos particularmente graves, la enfermizo estipulación del animal abre la meta a bacterias que causan infecciones secundarias de la badana, a sucesiones produciendo un tufo fétido.
uniendo todo esto, el producto es una criatura ridícula y desnuda, con una linaje de pellejo, pestilente: la que se ha nombrado chupacabras. Debido a que estos animales se encuentran asaz débiles, no pueden aprisionar, por lo que se ven reconocidos a arrojarse el ganado, una zancadilla más manejable que un gazapo o ciervo.
fuente: sobreleyendas.com
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