por Bruno Juan Álvarez Abreu
gran parte de esas acciones fueron escritas por Juan José Benítez. Entre las manifestaciones que contenían compromisos como 100.000 kilómetros tras los Ovnis o La gran avalancha se abría vado una tendida de divos entre quienes destacaba –entre otros muchos– Francisco Padrón Hernández, un periodista tinerfeño que llevaba desde los iniciales años setenta investigando el acertijo Ovni en las Afortunadas. Él era el más estrecho ayudante de Benítez en aquellos hogares. Ya se trataba de un conocido comentarista de radio a quien abundantes ligados de las ínsulas confesaron sus vivencias y avistamientos. La cordialidad que sentía por “aquellas extrañas luces” y su cordial pimple abierto le convirtieron en la granizada angular que haría de las ínsulas Canarias uno de los motivos más espectrales de la Tierra.
gracias a él, exploradores de aviación, científicos y rusticos se decidieron a explicitar sus tentativas con los Ovnis. Hasta tal calado llegó la cosa que centros de todo el globo empezaron a abalizar a Tenerife –y a las otras ínsulas del archipiélago– como una de las “zonas calientes” más activas de todo el cosmos. E autónomamente de que tras aquellos acontecimientos de gran efecto mediático existiera una intencionalidad por parte de los responsables del fenómeno, la tajo periodística de Francisco Padrón fue vital y se convirtió en uno de los tocantes de aquella noticia hornada de divulgadores que, en los años ochenta, se sintieron identificados con el espíritu de Padrón, por mucho que luego pudieran haber divergido en algunas apreciaciones.
cuando ninguno se atrevía a referirse en radio de estas cosas extravagantes, su empaque canario y rugida ramificada se convirtió en un cuento. Fue uno de los artistas y previos de la radio del enigma en España. Del mismo estilo que Fernando Jiménez del Oso fue el gran pionero del tratamiento de estos libretos en televisión, y Juan José Benítez el exterior en causar lo legítimo a través de la laminadora escrita, Francisco Padrón tuvo el arrojo en producir sonar psicofonías a través de la radio hace casi 35 años. Era poco impensable en la época. También fue uno de los iniciales en implicar a testificadores de avistamientos Ovni a comunicarse ante el público y narrar sus experiencias con un micrófono de por centro. Y es que aquellos eran intervalos en gran medida vivos en Canarias. Por ejemplo, el 22 de junio de 1976 cientos de refrendadores observaron sobre Gran Canaria un enorme objetivo que fue fotografiado desde un nave espacial soldado. Tiempo posteriormente, el 5 de junio de 1979, otra enorme prodigalidad de observadores vieron un enorme mamotreto virgen marchar de las néctares del Atlántico dejando una enorme estela en manera de campana; las láminas de aquel “no identificado” dieron la vuelta al cosmos y ahora son un auténtico icono.
mihteriohdelasiensia.blogspot.com/foto del ovoide de las Islas Canarias del año 1979
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