por Nelson Ávalos
el periodista comparte una fotografía que tomó el miércoles 26-03-2014, hacia las 16 horas, en la Ruta 40, junto a El Hoyo, en Argentina. Advierte que en la arista superior derecha aparece un objetivo que no puede identificar. “observo nuevamente las fotografías que saqué en todo el delirio. Son 29, y no aparece nada ‘anormal’ en ninguna otra, salvo en ésta. Por eso la publico y la expongo a sus consideraciones”, dice.

foto: Cerropirque/nelsonÁvalos
estaba con vacilaciones sobre qué obrar con esta foto. La tomé el miércoles 26, a eso de las 16 horas. El enclave, la línea 40, adonde comienza la bajada hacia el val de el Hoyo. No soy fotógrafo, aunque debido a una batalla gráfica que trato de mejorar, y a pedido de algunos clientes, necesito viñetas de la demarcación: horizontes, situaciones, cabos para clarificar los trabajos...
por eso ese recorrido tenía una operadora. Una benq Dv M 23, que filma y costal fotografías. Volvía de el Maitén. Y ahora en el delirio de demente había encomendado trillados algunos lados adonde haría las tomas. En ese emplazamiento saqué 4 fotografías, en distintas tutelas y tratando de granjearse la bajura del val, la inspiración del boscaje habitante en las laderas del cerro Pirque, el firmamento azur y el verde.
el domingo 30 a la tenebrosidad bajé las fotografías a la procesadora para verlas en el reproductor de representaciones. Y en la última de ellas descubrí un efecto en el cielo que no sé qué es. Debo proclamar que no soy enormemente creyente en eso de los “objetos no identificados” u ovni; y se que hay mucha reflexión y incluso se ha alucinado mucho respecto de ese asunto. Pero ni niego la solución de que residentes de otro u otros sitios del universo exploren por estos babores. No puedo apostar, de existencia, que este espacio que habitamos sea el único que almacén fuerza y espécimenes similares a nosotros en esta inmensidad.
o sea. Una infeliz fotografía – y lo que pueda ser que “aparece” en ella – puede tirotear la oposición. Debo asociarse que consulté a un par de cualquieras. Las dos “incrédulas” y bastante razonables. Una me aconsejó que la publicara. La otra se asombró sinceramente al verla. Alguien insinuó que “limpie la lente”. Pero acabo de comprobar nuevamente las fotografías que saqué en todo el delirio. Son 29, y no aparece nada “anormal” en ninguna otra, salvo en esta. Por eso la publico y la expongo a sus consideraciones. Ah!. el propósito en cuestión está hacia lo alto a la derecha.
fuente: puertae.com.ar/2014
evaluación del caso:
nuestro asociado Raimundo Barbado informa que tras ser aumentada la escultura y limpiada a través de escaneado dactilar (Lab-3000) se trataba de un pajarillo en revoloteo que fue logrado por la estancia, que era lo que más o a salvo se podía esperar. Julio Gamba.
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