Para muchos, la roca prueba la existencia de una antigua civilización marciana, aunque varios investigadores afirman que no existe misterio alguno.
En julio de 2009, la página web Lunar Explorer Italia publicaba por primera vez la imagen que aparece sobre estas líneas. En ella se aprecia lo que parece ser un monumento de roca, en forma de monolito rectangular. Nada demasiado misterioso si no fuera, claro, por el hecho de que la fotografía fue tomada en Marte, y además por uno de los mejores instrumentos que tenemos allí: la cámara de alta resolución Hirise, de la misión Mars Reconnaissance Orbiter, de la NASA.
A partir de ahí, la cosa se disparó y la foto pasó a formar parte de la colección de “pruebas” de la existencia de una antigua civilización marciana. De poco sirvió que apenas un mes más tarde, en agosto de 2009, los investigadores de la Universidad de Arizona, los mismos que obtuvieron la imagen, aseguraran que se trataba de una simple roca sin nada que destacar, fruto de un desprendimiento de las colinas en cuya misma base se encuentra el “monolito”.
Cada poco tiempo, la imagen vuelve a publicarse en Internet como si se tratara de una novedad, y la historia se repite, aunque cada vez con nuevos añadidos. Sin embargo, existen razones y pruebas más que concluyentes de que no se trata de una estructura artificial. Ni tampoco, por supuesto, de un remedo marciano del monolito que aparece en la Luna en la inolvidable película de Kubrick “2001: Una Odisea en el Espacio”.
Según explica Jonathon Hill, uno de los investigadores de la Universidad de Arizona encargado de procesar las imágenes de las misiones a Marte, el objeto en cuestión no es más que una roca sin misterio alguno. Y que además ni siquiera es perfectamente rectangular.
Pero veamos. El instrumento Hirise, una cámara de 40 millones de dólares y que es la mejor jamás embarcada en una misión interplanetaria, tiene una resolución aproximada de 30 cm. por píxel, algo que resulta impresionante si se tiene en cuenta que sus fotografías se toman, por lo general, desde unos 300 km. de altura sobre el suelo marciano.
A pesar de ello, la resolución de cámara no es suficiente para revelar detalles como pueden ser las anfractuosidades de una roca de tamaño medio. “Cuando la resolución es demasiado baja como para resolver un objeto -explica Hill- éste tiende a parecer rectangular, porque los píxeles de la imagen son cuadrados”.
Y luego está la localización de la roca, justo a los pies de una colina y cerca de muchas otras rocas (ver imagen de arriba), lo que sugiere que en algún momento del pasado una parte de la colina se vino abajo. En todo caso, bromea Hills un lugar peligroso para construir allí deliberadamente cualquier cosa: “Si yo tuviera que construir un monolito en alguna parte, ese sería el último lugar que elegiría. En efecto, los escombros que caen de la colina terminarían por taparlo todo con mucha rapidez”.
Por si aún fuera poco, Hill añade que también la altura aparente del monolito resulta exagerada en la foto debido a la posición del Sol. De hecho, la imagen fue tomada con el Sol muy bajo, cerca del horizonte, lo que produce sombras muy alargadas.
Fuente: astroyciencia.com
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